“En el corto plazo la bolsa fluctúa y mucho.
En cambio en el largo plazo ofrece rentabilidades atractivas sin apenas probabilidades de pérdidas”.
José Castro: Del libro, OBJETIVO: INVERTIR
El panorama ha cambiado mucho en las últimas semanas, y no precisamente a mejor.
Eso no quiere decir que no seamos optimistas ante el futuro. Sino todo lo contrario.
Pero tenemos que ser conscientes del panorama al que nos enfrentamos, y éste no pinta nada bien, al menos en el corto plazo.
Los mercados continúan su tendencia bajista, que justo comenzó a principios de año. Ya son muchos meses los que han transcurrido sin apenas noticias positivas.
Que si la guerra, la energía, los cereales, la inflación galopante, la subida de los tipos de interés, el mal momento de China, la crisis política-financiera en Gran Bretaña,… y a todo ello, la política monetaria agresiva de los bancos centrales, con la FED (Reserva Federal americana) a la cabeza.
A pesar de eso, en la última quincena de octubre hemos asistido a un rebote de los diferentes índices bursátiles. En la imagen, representamos el más emblemático de todos ellos (el americano Stándard & Poors 500), en donde se puede apreciar claramente la tendencia bajista anual y el rebote comentado.
Fuente: Investing
¿Hemos tocado fondo?
La pregunta que se hacen todos los inversores es si este rebote tendrá mucha más continuidad, será definitivo,… y si las bolsas iniciarán ya la senda alcista.
Los analistas de nuestra confianza a los que prestamos atención coinciden prácticamente al unísono que todavía no se ha llegado al “suelo” de los mercados. No obstante, todo parece indicar que nos encontramos cerca.
Por lo tanto, es plausible ver caídas adicionales como las vividas en semanas atrás, incluso en porcentaje de doble dígito.
A pesar de que siempre es muy complicado acertar el momento de mercado adecuado (market timing), se espera una moderada bonanza en los dos últimos meses del año (cíclicamente buenos), al calor de la alegría consumista navideña.
Para luego pasar a un primer trimestre del 2023 muy volátil y con mal augurio. Su comportamiento errático marcará el devenir del próximo ejercicio.
El motivo es porque los mercados descuentan ya un panorama de recesión cierta, y la única incógnita será ver la severidad de la misma.
Muchos políticos se afanan en pensar en una recesión meramente técnica, en cambio los más pesimistas perciben un duro aterrizaje, al menos en Europa.
En anteriores post, ya dijimos que, todo dependerá de la pericia de los banqueros centrales. Y en los últimos días, estos han suavizado un poco sus posturas.
Se han dado cuenta que subir salvajemente los tipos de interés puede tener consecuencias desastrosas para el importante mercado de bonos (renta fija), así como para la solvencia de países, empresas y familias, etc.
Y más teniendo en cuenta que la inflación estimada para los próximos trimestres descuenta ya una evolución decreciente (eso esperamos).
Pero, entretanto… la guerra continúa
Lamentablemente, lo peor de todo es el sufrimiento y muerte que se está infligiendo a muchísima gente inocente.
Lo que se insinuaba como un paseo militar a imagen y semejanza de Crimea, está siendo la peor pesadilla para el Kremlim.
Ese aspecto, no debe ser motivo de alegría, sino más bien de preocupación, al sentir las palabras de Putin cuando al regocijarse de su arsenal nuclear dijo aquello de: “Por cierto, y esto no es un farol”.
La gente cercana al mandatario ruso, sabe perfectamente que no acostumbra ir de “farol”. Más al contrario, cumple sin compasión sus macabras elucubraciones.
Ya son muchos los críticos, periodistas, adversarios políticos, y últimamente oligarcas rusos de su círculo interno (aunque súbitamente díscolos), que han fallecido en extrañas circunstancias: envenenamientos, caídas fortuitas, falsos suicidios, accidentes inexplicables, etc.
No somos expertos militares, pero aquellos que saben del tema tienen más claro cada día que Putin pulsará el botón nuclear contra Ucrania, antes de aceptar su derrota.
Mientras, Europa se mantiene en vilo haciendo acopio de todo el gas que puede. Incluso, el precio mayorista del gas natural llegó a cotizar recientemente en negativo en los mercados de futuros, ante la imposibilidad de ampliar la capacidad de almacenamiento de gas.
Todo parece indicar que no existirán graves restricciones de suministro de gas el próximo invierno, dada las anormales altas temperaturas de este otoño, y sobre todo por la sensibilización de gran parte de la población.
Espera lo mejor, pero prepárate para lo peor
Ahora bien, como personas, es nuestra responsabilidad prepararnos a conciencia ante la crisis que ya asoma por la esquina, y salir reforzados de la misma.
Como inversores, es nuestro desafío aprovechar las oportunidades que sin duda surgirán en el transcurso de la crisis.
Es por ello que cuando estamos invertidos en buenas carteras de activos, no nos tiene que preocupar en exceso las turbulencias que puedan experimentar los mercados, más allá de aprovecharlas.
Asimismo reiteramos el mensaje sobre la bondad de continuar y, en lo posible, acrecentar las aportaciones a nuestros planes de inversión sistemáticos; dado que estas aportaciones realizadas en escenarios poco favorables, valdrán “oro” el día de mañana.
Newman: seguimiento constante
Desde Newman continuamos con el firme propósito de mantener debidamente informados y acompañados a los ahorradores a lo largo de su trayecto inversor.