Este es un mensaje tranquilizador para aquellas personas que se sienten extremadamente preocupadas por sus inversiones.
Para el resto, lo único que nos tiene que mantener ocupados es seguir cuidándonos, tutelar la salud de nuestros seres queridos y esperar que las medidas de aislamiento emprendidas hagan su efecto lo más pronto posible.
Ante todo, espero que tanto tú como tu familia estéis bien. Eso es lo principal. Lo demás es secundario y tras un lapso de tiempo (esperemos que breve) todo se recompondrá.
La riqueza es energía
El dinero es energía, y por ende la riqueza también lo es. Por las leyes de la física sabemos que la energía no se destruye, sino que se transforma. Cambia de estado sin destruirse.
Eso mismo le ocurre a la riqueza en general. La riqueza, a través de los avatares de la vida y el tiempo, no se destruye sino que CAMBIA DE MANOS. En eso consiste su transformación y me explico:
La tendencia secular de la economía es siempre creciente a largo plazo, debido a los grandes factores de crecimiento exponencial derivados del:
- Aumento progresivo de la población
- La innovación tecnológica
- La productividad empresarial, entre otros.
Esto ha venido siendo así desde el inicio de los tiempos hasta ahora; y se espera que continúe de esta manera, salvo eventos catastróficos globales que puedan alterar esta inercia temporalmente.
La eficiencia de los mercados
No obstante, los mercados financieros que cotizan y facilitan el intercambio de activos financieros están sometidos a volatilidad.
En el largo plazo, los mercados financieros son un indicador fiable del valor de los activos, es decir, se muestran eficientes. Pero en el corto plazo, pueden existir distorsiones profundas entre el VALOR y el PRECIO de los activos. Es decir, pueden mostrarse ineficientes.
Los mercados, como las personas, son emocionales
Las ineficiencias de los mercados que se dan en el corto plazo son consecuencia de actuaciones emocionales de los agentes económicos. Ya que las personas se mueven más por impulsos emocionales que racionales ante eventos excepcionales. Ello es comprensible, porque es humano.
Los mercados son emocionales cuando están en modo pánico, y van recobrando la racionalidad a medida que se va asumiendo y clarificando la situación.
Eso es justamente lo que está pasando actualmente, y lo que esperamos que vaya a suceder en las próximas semanas. Aunque también es posible que se vuelvan a dar nuevas “réplicas de sacudidas” (aunque de menor intensidad) en los mercados. Tenemos que estar preparados para ello.
¿De qué depende el valor de una empresa?
El precio de una empresa cotizada lo sabemos al instante y en tiempo real. Sólo hace falta mirar la pantalla de cotizaciones del mercado para obtenerlo. En cambio el valor de la empresa es algo más elaborado de conseguir, ya que se obtiene descontando los beneficios netos que se infiere podrá reportar durante toda su vida residual.
Por eso, en momentos de turbulencias, o peor aún, de pánico en los mercados, como en los momentos recientes, pueden divergir mucho las magnitudes de PRECIO y VALOR.
Nuestra firma está permanentemente en contacto con las empresas, y ahora más que nunca; obteniendo información para nuestros modelos de valoración. Cuando hablamos con los directivos de estas empresas (algunas con ERTE’s tramitados), nos mantienen informados de todo cuanto acontece con ellas, aprovechan para infundirnos confianza, en definitiva nos dicen que continuemos creyendo en ellas; dado que todo esto pasará.
Obviamente, existen sectores/empresas con un impacto evidente en sus operaciones. Por ejemplo: hoteleras, líneas aéreas,… Y en cambio hay otra tipología de compañías que el Covid-19 no afecta prácticamente a su funcionamiento (alimentación, farmacia, telecomunicaciones, eléctricas, gasistas, aseguradoras,…).
Algunos ejemplos concretos de empresas conocidas
Seguro que todos hemos volado alguna vez con Iberia o British Airways (IAG), nos hemos hospedado en algún hotel de Meliá, tomado algún medicamento de la farmacéutica Novartis o degustado un café Nespresso (Nestlé). Todas estas empresas son líderes en sus respectivos ámbitos. Miremos como les ha castigado el mercado en los días más trágicos de la bolsa como consecuencia del Covid-19:
Afortunadamente, una parte de los expresados descensos acumulados de las citadas empresas ya se han recuperado; pero evidentemente todavía faltan días para la completa recuperación. Pero se conseguirán.
Si bien puede ser comprensible (aunque sea del todo desmesurado) el castigo sufrido por compañías como IAG (líneas aéreas) o Meliá (hoteles), ¿cómo se explica los abultados descensos de Novartis (medicamentos) y Nestlé (alimentación), compañías en funcionamiento que desarrollan actividades consideradas esenciales? Lo cierto, es que no tiene ningún sentido.
Aprendamos de los californianos: la analogía sísmica
California es el estado que registra mayor riesgo de actividad sísmica de alta intensidad de todos los Estados Unidos de América (USA). A su vez, es el estado federal más poblado y el más rico en términos de PIB por habitante del país.
Como es sabido, la costa oeste de USA tiene una de las mayores concentraciones de fallas sísmicas del planeta. En especial, el riesgo se concentra desde la bahía de San Francisco hasta la Baja California, que es donde convergen las placas tectónicas del Pacífico con la placa de Norte América.
Si esto es así, ¿por qué los californianos se obstinan en vivir allí? ¿Acaso son inconscientes? Es más, las empresas más innovadoras, creativas y prósperas del mundo (Apple, Google, Facebook,…) también se instalan allí. ¿Es que acaso, también no saben lo que hacen?
¡Claro que son súper conscientes y saben lo que hacen! Lo que pasa es que las “oportunidades” que brinda el hecho de estar allí, superan con creces los riesgos inherentes. Riesgos que a su vez, miran de paliar y controlar de la mejor forma que saben. En pocas palabras: CONFÍAN EN VER CUMPLIDAS SUS OPORTUNIDADES.
Mantengamos la fe en los mercados
A medida que se vaya clarificando la situación y las noticias que provengan del ámbito sanitario, tanto en Italia, España, resto de Europa y América vayan mejorando (que lo harán), la conquista de las oportunidades por parte de los inversores más avezados hará que las cotizaciones vuelvan a subir. Sin lugar a dudas.
Por lo tanto, ahora es momento de estar invertidos, básicamente en renta variable global, que es donde las alzas se esperan con mayor rotundidad. Reflexionemos acerca de los ejemplos anteriormente mencionados de Novartis y Nestlé, entre otros muchos más.
La duración del confinamiento es la clave
Por los precedentes recientes en China, Corea del Sud, Japón, Singapur,… sabemos las semanas que durará previsiblemente el cierre de la actividad económica. Incluso teniendo en cuenta las diferencias culturales entre Europa y Asia, probablemente aquí el timing sea algo superior, pero no será muy superior.
Por lo tanto, una vez transcurridas las próximas semanas de rigor, veremos pronto la luz al final del túnel. Porque estamos en un túnel, no en un pozo; y de los túneles se sale.
Entretanto, los gobiernos y bancos centrales conjuntamente con el sistema financiero tienen que hacer llegar las ayudas en forma de aplazamientos, fraccionamientos, moratorias, etc., a todos los agentes necesitados (especialmente PYMES y autónomos), a fin de evitar la rotura de la cadena de pagos del sistema. Esperemos que las medidas tomadas sean efectivas. Para ello, la duración de las restricciones de actividad será clave.
Esperamos contención en los índices de volatilidad
Como hemos visto, las “sacudidas de los mercados” han sido muy intensas, debido al pánico generado. Es posible que se reproduzcan algunas réplicas de menor intensidad que comporten nuevos descensos, consecuencia de la incertidumbre general.
No obstante, esperamos que la volatilidad de los mercados se vaya conteniendo poco a poco. Los precedentes de Asia nos hacen ser optimista, de que todo esto pasará y pronto, aunque los días/semanas se hagan largos.
El retorno a la normalidad será evolutivo. En algunos sectores de la economía se espera una recuperación progresiva de las cotizaciones, en cambio en otros muchos se prevé una recuperación fulgurante. Todo ello hará tirar de los índices hacia arriba y por ende, el valor de las participaciones de los fondos de inversión.
La consigna: no malvender activos
Por todo ello, reiteramos insistemente no actuar de forma precipitada y emocional malvendiendo activos o inversiones de gran VALOR, aunque temporalmente el mercado no le asigne el PRECIO que entendemos adecuado. Recordemos que la RIQUEZA (como la energía) no se destruye, sino que se “transforma” cuando CAMBIA DE MANOS.
Finalmente, acéptame que te describa la cruda y gráfica realidad mediante la siguiente frase, más vigente que nunca: Mientras que los ricos y futuros ricos aprovechan las oportunidades y compran “papel de inversión” (acciones y participaciones de fondos), otros compran “papel de wáter”.
Cuidemos de nuestra salud, mantengamos la calma, tengamos esperanza, no malvendamos activos y aprovechemos las oportunidades mientras éstas existan, en la medida que podamos.